BERLIN, Alemania
¡Hola! Hoy es miércoles y toca entrada sobre Alemania. He decidido hablaros sobre mi último viaje a su capital, Berlín, a finales de febrero y principios de marzo de 2014. Tres amigos míos y yo pasamos cuatro días en esta ciudad y lo cierto es que dio para mucho, visitamos un montón de cosas y no nos quedamos cortos de anécdotas tampoco. ¡Sigue el diario de nuestro viaje por la apasionante ciudad de Berlin! Hoy parte 1/4:
Sin haber dormido
nada la noche anterior (adoración extrema a mis vecinos, que les pareció un buen día para
montar el jaleo del siglo, ni que tuvieran rinocerontes en la habitación, madre mía) cojo mi mochilón y salgo de la
residencia a las 4:45 de la mañana. Tras tomar un par de trenes
regionales llego a Erfurt, de donde sale el ICE a la capital alemana.
Con más cara de muerta que otra cosa y tras varios intentos fallidos de
dormir en el tren la conexión sale bien y a las 9 de la mañana ya estoy
en la estación principal de Berlín. Dicha estación es famosa por
su moderna arquitectura, lo cierto es que es un edificio curioso,
algunos andenes son subterráneos, otros van por el piso de arriba, etc.
Berlin Hauptbahnhof |
Una vez allí me hago con un mapa de metro y busco la línea que me lleve a la Puerta de Brandenburgo,
me hacía ilusión ser lo primero en visitar. La línea U55 conecta la
estación, el parlamento y la puerta, por lo que tomo ésa y en pocos
minutos me planto en la plaza más famosa de la ciudad. Cosa rara que aún apenas hubiese turistas, en las fotos solo sale un oso amoroso con el que podías hacerte fotos a cambio de dinero. Si te fijas un poco se ve a dicho oso en la foto de abajo, menos mal que no me cobró...
Pariser Platz y Brandenburger Tor |
Visto que aún me sobra tiempo hasta que lleguen mis amigos decido ir andando al apartamento que hemos alquilado, el cual no debería estar demasiado lejos de allí. Echo a caminar por Unter den Linden, donde hasta antes de la 2GM se encontraba el centro cultural de la ciudad. Hoy en día todos los edificios de la avenida son nuevos o están en obras, hay varias embajadas, muchas oficinas y algún que otro museo. En el otro extremo de Unter den Linden puede divisarse ya la catedral (Dom) al fondo, junto con el río Spree y la torre de televisión (Fernsehturm, también conocido como "el pirulí ese alto que se ve desde todas partes) a lo lejos.
Dom, río y torre de televisión |
Camino hacia el sur de la Isla de los Museos
y doy un par de vueltas por el barrio en el que se supone que viviremos
para poder encontrar el bloque que era. Hay tres o cuatro rascacielos
iguales en la zona y me vuelvo loca para encontrar el portal, rodeo cada
edificio en busca del número correcto, y cómo no, Murphy quiere que
nuestro portal sea el último que voy a mirar.
Como
aún falta un rato para encontrarme con T, el chico que nos lo
alquilaba, voy al super a hacer la compra. He de admitir que doy bastante el cante con la mochila, por esos pasillos apenas puedo moverme
sin causar destrozos. Además yo, todo chula, no cojo ninguna cesta ni
nada para llevar la comida, ya que no tengo en mente comprar demasiado.
Nada, a los dos minutos las cosas no me entran en las manos y acaparo un
carrito que está abandonado en el pasillo (o eso pensaba yo). Al ir a
pagar la señora me mira extrañada: "¿De dónde has sacado el carro?". Le
contesto que alguien lo ha dejado ahí en el pasillo y lo he cogido, a
lo que responde que no, que el staff del super trabaja con ellos y que
no se pueden coger. Muero un poco de la vergüenza, pido perdón y me
apresuro a pagar la compra. Ya de vuelta en el apartamento, T me da las
llaves y subo a tantear el terreno y dormir aunque sea una hora antes de
ir al encuentro de mis amigos. Vienen tres, una amiga, B, y dos amigos,
D y S. No quiero poner nombres pero aunque sea pongo las iniciales para
que luego sea más fácil contar futuras vivencias.
A eso de las 12 me vuelvo a dirigir a la Puerta de Brandenburgo, el metro me lleva hasta Potsdamer Platz y camino unos diez minutos desde allí antes de llegar a mi destino, donde me están esperando ya.
Potsdamer Platz |
Después del reencuentro tras varios meses
sin vernos (que conste que por una vez no dimos el cante, había tanta
gente ahí que ya puedes ponerte a cantar y a bailar que apenas te mirará
nadie), los llevo al apartamento, dejan sus cosas y hacemos macarrones
para comer. Entre pitos y flautas salimos del apartamento a las cinco de
la tarde. Ya libres de equipaje nos metemos al ascensor para bajar al
piso de abajo, tarea que se ve interrumpida por... el individuo malvado
del ascensor. ¡Chan chan chan! (Modo suspense ON). Nosotros vivimos en
el piso 20, y al bajar al portal se nos sube un señor de aspecto normal
(aunque de mente perturbada) en el piso 16. Decimos "hallo" y todo
normal. Hasta que se para el ascensor, se abren las puertas en un piso
que no se parecía nada al portal y el señor nos dice "aquí es vuestro
piso", con una malvada sonrisa.
Volvemos
a ir al ascensor, al lado del cual vemos un cartel que cita ZG
(Zwischengeschoss, entresuelo). Por lo visto le habíamos dado mal al
ascensor, y el amable señor, en vez de advertirnos de nuestro error, no
ve mejor opción que reírse y dejarnos deambular por ahí en la oscuridad
entre puertas selladas y pasillos laberínticos. Maldad pura, os lo digo.
Bueno, sigo contando la visita a la ciudad. Compramos
ticket para el metro, nos decantamos por un billete grupal (hasta 5
personas) para todo el día, que cuesta 16'20€ y que con cuatro personas
sale rentable a partir del segundo viaje en transporte público, puesto
que el billete sencillo cuesta 2'60€. Vamos hasta la iglesia en ruinas,
iglesia que fue bombardeada en la guerra y que dejaron tal cual quedó
para que las consecuencias de las guerras nunca caigan en el olvido.
Esta iglesia (Kaiser-Wilhelm-Gedächtnis-Kirche, lo que viene a
ser Iglesia Memorial del Kaiser Guillermo) aún está en activo, pero no
en el edificio original, sino en uno que se sitúa justo al lado y que da
bastante miedo. Sinceramente no sé si esta nueva iglesia es más fea por fuera o por dentro.
Iglesia actual, a mí me dio mal rollo, pero las paredes son originales |
Iglesia original (y algo del horroroso edificio actual ahí medio camuflado) |
De ahí vamos a Kufürstendamm (o
Ku'damm para los berlineses), calle comercial de 3'5km en la que te
encuentras de todo. Curioseamos los escaparates, miramos puestos,
entramos a la tienda de Apple para cotillear aparatos caros que en la
vida nos podremos permitir, etc. En dicho lugar nos echamos unas risas,
resulta que te ponen las tablets ahí para que las veas y pruebes, y para
explicar sus características ¡te ponen otra tablet debajo! Fue gracioso
porque la pantalla estaba fija, no podías hacer click para ver más
detalles ni nada, como un folio, vamos. Pero lo de colocar un folio de
toda la vida es para pobres. En fin, que me enrollo.
Volvemos a coger el metro para visitar la East Side Gallery,
un trozo del muro de Berlín donde se pintaron murales después de su
caída, con alrededor de 1'3km es la mayor galería de arte al aire libre
del mundo. La parada de metro es Warschauer Strasse.
East Side Gallery |
Parte de un mural |
El famoso coche |
Cogemos el metro en Ostbahnhof, justo al otro extremo de la galería, para volver a Brandenburger Tor y seguir una antigua tradición que tenemos de ir a un Starbucks en los sitios que visitamos. Super original, lo sé xD. Como ya van a cerrar no nos dejan sentarnos dentro, pero lo pedimos todo para llevar y nos apalancamos en una de las mesas de fuera con vistas a la Puerta de Brandenburgo. Charlamos un largo rato antes de ir al apartamento, optamos por caminar para ver la catedral iluminada.
Brandenburger Tor |
Cenamos cereales y galletas en casa (lo de la alimentación sana en este viaje ha brillado por su ausencia) y hablamos un rato antes de dormir. Los viajes suelen tener una canción normalmente, os presento la nuestra, arte en estado puro es esto:
P.D.: Servidora no se hace responsable de ojos y oídos dañados durante la visualización del vídeo.
Gastos por persona: 56'1€
Tren Erfurt - Berlín: 29€ (en mi caso, los demás llegaron en avión)
Comida del Edeka (pasta, leche, cereales, etc.): 3'25€
Bono del metro: 4'05€
Batido Starbucks: 4'80€
Apartamento: 15€
¿Has estado en Berlín? ¿Cuáles te parecen las visitas imprescindibles en la capital alemana? ¿Algún bar/restaurante/tienda/exposición/museo que recomiendes especialmente?
Kaixo paisana!
ResponderEliminar¡No tienes ni idea de la envidia que me has dado al leer la entrada! Entre que Berlín es una ciudad que tengo pendiente visitar (pero que voy a tardar unos años en hacerlo T.T) y que ahora mismo estoy ansiosa por viajar...Pero bueno, confío en visitarla, y cuando lo haga buscaré tus recomendaciones por el blog ;)
Gracias por pasarte por el blog y mucho ánimo con los estudios (:
¡Un beso!
Berlín es una ciudad barata así que es relativamente sencillo hacer un viaje digno sin dejarse un ojo de la cara. En parte mis amigos por eso me visitaron allí jajaja. Puedes tirarte un mes allí y seguirás sin haber visto ni la mitad, es una ciudad enooooorme, pero lo más significativo puede verse en pocos días.
EliminarMuxu bat!
No conocía tu página y me alegro de haber dado con ella.
ResponderEliminarExcelente post sobre una de las capitales de Europa. Esperaremos nuevas entregas!
Me alegro de que te haya gustado el blog :). Tengo ya el diario de Berlin escrito, solo falta irlo subiendo :).
EliminarUoo!! me encanta Berlín!!
ResponderEliminarHe estado este verano y la verdad es que es precioso!!
Me encantan muchas de las entradas de tu blog! necesitaré tiempo para poder leermelo todo!!!
Un saludoooo
http://myaupairlife2014.blogspot.com/
A mí también me encanta, es una ciudad por la que puedo caminar y caminar y nunca tengo la sensación de conocerla! Además que está en obras constantes y vuelves dos meses más tarde y ya te encuentras cambios :).
EliminarSaludos!
Hooola!!!! que bonitas foootoos! ya le di seguir a tu blog y lo puse en mi lista de "Blogs Au pairs"
ResponderEliminarSigue disfrutando de Europa!!! Nos seguimos leyendo
Saludos desde México :))
Hola! También sigo tu blog, me encanta leer historias de au pair, me siento nostálgica jajaja.
EliminarNos leemos, un saludo!
¡Holaa! Qué ganas tengo de conocer Berlín! Vas a ser mi guía de estudio para mis próximos viajes por Europa maja!
ResponderEliminarMuy buenas fotos como siempre!
¡Un beso!
http://www.lamaletadeunaaupair.com
Holaaa!
EliminarJaja encantada de hacer de guía, mi familia siempre se ríe de mi diciendo que debería dedicarme a ello. Pero hablar en público me da pánico así que mejor que no jajaja.
Te va a encantar Berlín, creo que es imposible aburrirse de ella :).
Un beso!
Hola! Pues me dejar con ganas de conocer Berlín, si tengo la oportunidad iré. Un saludo
ResponderEliminarHola! No pierdas la oportunidad si se te presenta, merece mucho la pena! :D
EliminarHola, Ampelfrau:
ResponderEliminar¡Ay, Berlín, qué buenos recuerdos me trae! Precisamente yo también estuve en marzo de este año por la capital alemana (la segunda vez). Su historia y su tamaño hacen que sea imposible cansarse de callejear por sus barrios una y otra vez. Lo mejor de mi visita fue que el novio de mi amiga se empeñó en que fuésemos casi a todas partes en bici, por lo que nos recorrimos la ciudad de punta a punta a fuerza de pedal (sí, al final de la semana no sentía las piernas).
Uno de mis rincones preferidos es la terraza de la Literaturhaus, una cafetería cerca de Ku'damm. Tiene mucho encanto y es increíble la paz que se respira; como un pequeño oasis lejos del ajetreo y bullicio capitalista que se cuece a apenas unos metros. Otro lugar que también me encanta es el aeropuerto Tempelhof, donde la gente hace todo tipo de actividades en un espacio inmenso, una explanada en la que apenas se divisa el principio y el fin.
He estado curioseando y me alegra mucho saber que conseguiste hacer el traslado de expediente a Alemania :)
¡Te sigo de cerca, bonita!
Un beso muy fuerte
Holaaa :D
EliminarOhhh qué envidia poder pasar una semana en Berlin! Tiene que dar para un montón, y más si vas en bici. Precisamente en eso perdimos nosotros el tiempo, es una ciudad tan grande que a nada que te tienes que mover a ver el East Side Gallery, Tiergarten, Potsdam o algo mínimamente alejado de lo que viene a ser la puerta de Brandemburgo o la isla de los museos te hace falta coger el metro. La bici es sin duda una muy buena alternativa :).
No conozco Literaturhaus pero me la apunto para cuando me pase por allí la próxima vez, pinta muy pero que muy bien :D. Siempre me encanta conocer sitios así de tranquilos en grandes ciudades. He oido hablar de Tempelhof, me queda pendiente también. Nada, ya tengo excusa para volver a Berlin muahaha.
Sí, lo del traslado salió bien, ahora "druck-eo los daumen" para aprobar los exámenes jajaja.
Un beso!!!