"Siehst du schick aus! Ich sehe ein bisschen schick aus"

No es que el título de esta entrada tenga nada que ver con lo que voy a escribir en ella, pero es un mini-homenaje a la enana, que habrá dicho estas frase tropecientas veces en los últimos días. Y como no sabía qué poner, ahí va. La cosa es que siempre está diciendo a la gente que "se ve chic". Hoy me ha dicho la frase por enésima vez (qué mona :P), y cuando le he preguntado si ella también es chic se ha mirado atentamente la camiseta para llegar a la siguiente conclusión: "Ich sehe ein bisschen schick aus" ("soy un poco chic"). Tiene una manía impresionante de decir "ein bisschen" (un poco) a todo, ein bisschen chic, ein bisschen miedo, girarse ein bisschen, comprar ein bisschen...

Llevó casi un mes aquí (nooooooooooooooooooooooooo) y sigo tan emocionada como el primer día. Claro que la sensación es algo diferente, no todo se me hace nuevo y los días no son agotadores, pero cada vez que voy al centro a clase o a dar un paseo me quedo mirando a todas partes embobada perdida. La familia sigue tratándome genial, me avisan las cosas con antelación (dentro de lo posible al tener tres hijos, claro), tengo mi libertad pero a la vez me invitan a hacer cosas con ellos. Mi HM fue au pair hace años, no se si lo he contado ya, seguro que éso influye mucho en la manera de tratar a las que hemos ido a su casa (5 en total).

Ayer la mañana transcurrió con normalidad, curso de alemán hasta las doce y media y a casa a comer (pizza wiiii). El mayor tenía conservatorio y yo le llevé, tuvo que ir sin bici porque se le había olvidado la suya en el centro, pero el señorito andando no iba a ir, no. Ya es costumbre lo de sentarle en la mía e ir yo empujando. En el fondo es divertido y llegamos antes (es el típico crío que no da cinco pasos sin pararse). 

De vuelta en casa jugué con la pequeña mientras los mayores veían la tele, que si meterla en el lavabo, que si tal juego, que si ahora me apetece éste otro, que si quiero disfrazarme, que si quiero mear pero no aviso porque estoy disfrazada y no quiero quitarme el disfraz así que me meo encima...

A eso de las nueve me fui con la bici al centro, ya que este finde hay Stadtfest (fiestas del pueblo, vaya) y quería ver el ambiente que se cocía. Como adoro esta ciudad muy cutre tenía que ser la fiesta para que no me gustase, había varios conciertos repartidos por el centro, Biergarten a montones, puestos de comida y mucha (pero que mucha) gente. ¿Lo malo? Pues que iba sola y que no es lo mismo, con amigos hubiera estado genial, pero al estar acompañada solo por mi soledad (y mi sombra, que no se diga) me volví a casa tras haber dado una vuelta.

Hoy a las siete de la mañana ya había gritos varios en el pasillo. ¿Qué pasará por la cabeza de esas criaturas para montar tal escándalo a esas horas indignas de la madrugada? Me he levantado a desayunar, resulta que el padre se iba con los dos peques y la prima a una excursión con la guardería de la menor a un parque de atracciones. El mayor tenía la típica fiesta del colegio hoy, de modo que he ayudado a mi HM a preparar brezel con mantequilla y a las once hemos ido a la fiesta.

Actividad rara

Clowntheater

Clowntheater

Ahora que miro la última foto me recuerda al prota de "La naranja mecánica" con esa sonrisa y las pestañas xD. Igual es la hora, no rindo ya. En fin. La fiesta lo típico, juegos, teatros, comida, niños correteando de arriba para abajo... Ha sido interesante ir de todas formas.

Por la tarde he ido con la prima de los niños al centro, había un Flohmarkt (mercadillo en el que la gente vende sus cosas viejas a precios muy bajos) y tenía curiosidad. La mayoría de los puestos eran de muebles y elementos de decoración, aunque había unos cuantos de libros y pelis y claro, algo tenía que caer: Harry Potter y la piedra filosofal (4€) y Jane Eyre (0'5€).

Solo dire... :D :D :D

Hemos intentado buscar auriculares pero imposible, mínimo cuestan 10€, no sé lo que haré. ¿Recordáis que me traje dos pares nuevos aquí? Pues ná, ambos rotos, solo me funciona un lado de cada par. Habrá que tirar un rato con ellos, no estoy yo para dejarme 10€ en unos auriculares que romperé en dos semanas. 

Se dice que siendo au pair se aprende mucho. No lo pongo en duda, aunque yo no sea consciente seguro que en el mes que llevo aquí he crecido como persona y tal y cual y demás cosas que se dicen. Pero hay algo que sí me emociona estar aprendiendo: ¡a tocar el piano! Si habéis estado leyéndome habréis notado (o no) que: 1. tocar el piano es uno de mis sueños frustrados y 2. soy un poco exagerada. No puedo decir que "estoy aprendiendo a tocar el piano" cuando no sé leer una partitura en condiciones, pero quedaba bonito así puesto y me hacía ilusión. Lo cierto es que la mayoría de las canciones que me sé las toco con una sola mano y con los dedos que me de la santa gana, o sea, dedo que más cerca esté de la nota que corresponde, dedo que va a dicha tecla. Con dos manos solo el Himno de la Alegría y algo de Para Elisa. La prima de los niños ha estado enseñándome la mano izquierda de Para Elisa, pobrecilla, menuda paciencia que tiene. No salía nada decente de mi mano izquierda así que hemos decidido que yo hacía la derecha y ella la izquierda xD. 

El resto del día ha sido como siempre, ha llegado la familia de una fiesta a la que habían ido, hemos cenado y en breves me iré a la cama. Mañana me toca babysitting (que no se meen, por favor) pero me voy a pasar el día a Munich y volveré para las siete. Veo que la entrada me ha quedado algo larga, espero no haberos aburrido demasiado.