16 sept 2013

Excursiones de una au pair: Augsburg

♣EXCURSIONES DE UNA AU PAIR: AUGSBURG

PAÍS: Alemania
REGIÓN: Baviera
CIUDADES CERCANAS: München, Ulm, Nürnberg
TIEMPO MÍNIMO RECOMENDADO: Un día



UN DÍA EN AUGSBURG:
La estación de trenes en Augsburg no está situada en pleno centro de la ciudad, hay que caminar unos 20-30 minutos (depende del ritmo y de si te pierdes o no) para llegar a él. Caminos hay muchos, pero la experiencia (el haberme perdido, vaya) me enseñó que lo más sencillo es buscar la Prinzregentenstraβe y seguirla hasta el viejo palacio de justicia, en una plaza donde se juntan todos los tranvías y carreteras de la ciudad. Girando a la derecha, por la Fuggerstraβe se llega a Stadtmarkt, el mercado, que supone la entrada al Altstadt o ciudad antigua.

Justo al lado se encuentra la Iglesia de Santa Ana, iglesia construida en el siglo XIV convertida al luteranismo en el año 1545. Por lo visto Martin Luther se hospedó en esta iglesia cuando visitó Augsburgo. Se hacen visitas guiadas de la iglesia expicando la visita de Luther, la influencia de los Fugger, etc., pero decidí no participar por falta de tiempo.


Iglesia de Santa Ana

Al salir de la iglesia me adentré más en el centro hasta llegar a la plaza del ayuntamiento o Rathausplatz. No sé si a alguien más le habrá pasado, espero no ser la única, pero toda Alemania estaba en obras cuando la visité. En cada ciudad estaban restaurando algún edificio relevante, y Augsburg no iba a ser menos. La mitad de la plaza del ayuntamiento era inaccesible por la obras, qué bien. En esta plaza se encuentra la oficina de turismo de la ciudad, totalmente recomendable, hay mapas gratis además de todo tipo de panfletos informativos sobre los eventos culturales de la ciudad (de los que cogí un montón, la mitad se quedaron en Rosenheim pero en su momento me parecieron interesantes).

Rathausplatz

Perlachturm y Rathaus

En la misma plaza está situada la Perlachturm, una torre de vigilancia de 70m construida en el siglo X (ha sido renovada posteriormente, claro). Pregunté por los precios para subir a ella y disfrutar de las vistas desde arriba, y como era 1€ (para estudiantes) no dudé un instante. Tengo bastante manía a las escaleras de las torres, tan estrechas, interminables y oscuras, pero pensar en las vistas siempre es motivante, así que al final se hizo bastante llevadero. Desde arriba hay vistas de toda la ciudad, supongo que con el cielo despejado se verá incluso más allá, realmente recomiendo subir.

Parte vieja desde Perlachturm

Rathaus y Maximilienstraβe desde Perlachturm

Augsburg, Rathausplatz y sus obras desde Perlachturm

De vuelta en la Rathausplatz tomé la Karolinenstraβe y seguí en línea recta hasta llegar a la catedral y la residencia del obispo. Ésto último tuve que investigarlo después, en aquel momento desconocía lo que era exactamente. Detrás de dicha residencia están los Hofgarten, un tranquilo parque con un estanque y ¡estanterías de libros que se pueden tomar prestados para leer ahí! Desconozco si en Alemania es lo típico (yo no lo he visto más, pero nunca se sabe), a mí me sorprendió bastante. 

Dom (catedral)

Residenz

Hofgarten


Libros en Hofgarten

Volví a la catedral para seguir el camino hacia la casa de Leopold Mozart (padre de Wolfgang), ubicada en Frauentorstraβe. Leopold Mozart estudió en Augsburg y en esos tiempos dio varios conciertos en la Kleiner Goldener Saal (pequeña sala dorada), cerca de su casa. La entrada a dicha sala cuesta 1€ (no sé si todos los días o solo los domingos). Tuve la suerte de poder verla sin turistas, lo cierto es que impresiona entrar en un salón rococó así y encontrarlo vacío. La sala es impresionante, y al comprar la entrada te dan unos papeles donde se explican los significados de las pinturas del techo, algo útil para incultos en arte como yo.

Kleiner Goldener Saal

Al salir de la sala sería ya la una y media, y como estaba acostumbrada al horario alemán, me moría de hambre. Encontré un restaurante-cafetería cerca de allí donde los domingos se celebraba el día de la pizza y las vendían por 3€, más oportuno no pudo ser. Me hice con una de jamón, queso y champis y fui a comerla a la plaza del ayuntamiento.

 Ya que la mañana se la había dedicado a la parte norte de la ciudad, para la tarde quedaba pendiente la parte sur. Me dirigí hacia la Maximilianstraβe, una larguísima calle repleta de edificios típicos y varios palacios. Y, cómo me iba a olvidar, cables de tranvía. De verdad que duele ver fotos de casas preciosas de colores estropeadas por culpa de dichos cables, pero cuando se viaja por estos lares es inevitable. Recorrí la calle en una búsqueda constante de ángulos desde los que no se viesen los cables esos, sin demasiados resultados aceptables he de decir.


Maximilienstraβe (y cables de tranvía)

Maximilienstraβe (y más cables de tranvía)

En dicha calle está situado el Schaezlerpalais, un palacio barroco que hoy en día alberga la Galería Barroca Alemana y que cuenta con jardines y salas de estilo rococó. Yo, que soy muy fan de este estilo, no pude evitar curiosear el vestíbulo con la esperanza de que el precio del ticket para estudiantes no fuese abusivo. Por suerte, en muchos museos en Alemania los domingos hay tarifa especial, 1€ por persona, de modo que allá fui. Compré el ticket y me dijeron que había tour guiado pronto, pero me recorrí la planta baja entera y no conseguí dar con dicho tour, solo me encontré con un hombre vestido de época al cual perseguí disimuladamente (o éso último lo intenté al menos) para sacarle fotos. Creo que no me vio.

Hombre de época en jardín de época

Me harté de esperar al tour y decidí visitar el palacio por mi cuenta, así a lo loco. Me costó encontrar la puerta a la galería, me echaron de un pasillo al final de los jardines y tras mucho buscar resultó que la puerta estaba muy cerca de la entrada, pero como era la típica puerta grande muy pesada pensé que no estaba autorizado abrirla.


Ya cuando al fin pude entrar
La exposición es interesante, aunque si no sois entendidos en arte aconsejo llevar algún tipo de guía o visitarla en un tour. Me dio pena ver tantos cuadros y no entenderlos. Lo más interesante para mí fue la sala donde explicaban el Wunderkindreise, el viaje que hizo Mozart con su familia por las cortes de Europa cuando era niño. Sabía que al final de la galería debería haber un gran salón rococó pero mi orientación, que al parecer estaba de vacaciones ese día, no me permitió encontrarlo. De modo que abajo a la recepción a preguntar. Allí me dijeron que había una puerta al final de la galería, y cuando volví a subir resultó estar ahí, efectivamente. Bravo yo, palmadita en la espalda.

Pingüinos inquietantes

Galería Barroca

Muñeca sospechosa

El salón, llamado Festsaal, es aún más grande e impresionante que el Kleiner Goldener Saal. Tampoco había nadie visitándolo en ese momento así que pude disfrutar del lugar sin ruidos ni molestias. Había una señora borde en la puerta vigilándome todo el rato, lo cual fue algo violento, ni que fuera a ponerme a causar destrozos ni nada. La sala, al igual que el palacio entero, es barroco, pero la exposición mezcla arte de los siglos XVII y XVIII con estatuas contemporáneas un tanto inquietantes, por ejemplo en esta sala habían puesto lo que yo llamé “gatos filósofos”, unos gatos de tela de casi dos metros en poses de pensador. Lo cierto es que daba un aire curioso y misterioso.

Festsaal con los gatos filósofos (y la señora borde de fondo)

Festsaal (y otra señora borde que vino después)

Salí del palacio para acabar de ver la ciudad, visité la St. Ulrich Kirche al final de la Maximilienstraβe, la iglesia en sí es interesante pero tiene tantas carreteras y cables (cómo no) a su alrededor que pierde parte de su encanto. Giré a la izquierda para adentrarme en una zona menos turística de Augsburg, se notaba que ahí vivía gente local, pero seguía siendo la zona antigua, con casas típicas y canales.

St. Ulrich Kirche


Ropa tendida de casa a casa (había muchísima, tengo que investigar por qué)

Uno de los canales

Callejeé con la ayuda de mi mapa de la oficina de turismo hasta cruzar el río y llegar a la Fuggerei. Se trata del primer barrio de viviendas sociales del mundo, construido en 1516 por Jakob Fugger (los Fugger eran una rica familia de banqueros de Augsburgo comparable a los Medici en Florencia) y que sigue funcionando actualmente. Los habitantes más necesitados de Augsburgo podían hospedarse aquí por el equivalente de menos de un euro por año, las únicas condiciones eran: haber vivido al menos dos años en Augsburg, ser católico y no tener deudas. Como curiosidad, mi HD me contó que el tatarabuelo de Mozart vivió aquí durante varios años. La entrada vale 3€ para estudiantes y 4€ para adultos, pero por desgracia ya no tenía tiempo de entrar y tuve que dejarlo para otra vez. De modo que hice el camino de vuelta al tren por la plaza del ayuntamiento, la calle de compras, la plaza de los tranvías en obras (obviamente no se llama así), el palacio de justicia y la Prinregentenplatz.

Fuggerei desde fuera

Entrada a la Fuggerei

Rathaus

Camino de vuelta

CÓMO LLEGAR:
- En tren, Bayern Ticket fue la opción que yo elegí, ya que desde Rosenheim el billete normal es el doble de caro. Como iba sola pagué 22€ por ida y vuelta, ya que dicho billete tiene validez de un día entero. Tal y como explico en la entrada sobre el Bayern Ticket, es un ticket para grupos, por lo que sale más barato al ir con más gente. Eso sí, hay que comparar el precio del Bayern Ticket con el billete normal, no siempre sale más barato el primero. Para buscar conexiones, www.bahn.de.

- En avión, los aeropuertos más cercanos son Munich y Memmingen (Allgäu). Una vez allí, lo más sencillo es coger tren hasta Augsburg.


PRECIOS (en domingo, entre semana pueden variar, consultar las webs que pondré a continuación):
- Perlachturm: 1€
- Kleiner Goldener Saal: 1€
- Pizza: 3€
- Schaezlerpalais: 1€
- Fuggerei: 3€ estudiantes, 4€ adultos


WEBS:
- Augsburgtouri (DE)
- Los Fugger (DE)


CONSEJOS:
- Tal y como habéis visto en los precios, si tenéis idea de visitar algún museo es recomendable ir en domingo.
- Subir a la Perlachturm da pereza, pero las vistas merecen la pena.
- Los baños de la estación de trenes valen 1€, pero cerca de la oficina de turismo hay otros por 0'5€. Consejo para los más tacaños ahorradores (como yo).
- Aunque no haya intención de visitar museos, no está de más pasar un día entero en la ciudad y disfrutar de las tranquilas terrazas de la plaza principal.
- Hay muchas tiendas, pero los domingos cierran TODAS.

NOTA: Todos los precios de esta entrada corresponden con los de julio de 2013. 

2 comentarios:

  1. No conocíamos tu blog y por aquí nos quedamos, gracias por pasarte por el nuestro.
    La publicación, genial!! muy buenas fotos y describes perfectamente todo lo vivido.
    Un abrazo desde Las Palmas.
    http://siemprejuntosporelmundo.blogspot.com.es

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  2. Que recuerdos!!! Estuve en Ausburg 15 días cuando tenía 15 años en un "campamento de verano" y me encantó... Recuerdo que el Ayuntamiento era absolutamente espectacular y sus casas típicas también. También recuerdo que aunque era agosto tuvimos que comprarnos un jersey porque pasamos frío...

    Gracias por traerme tan buenos recuerdos y por comentar en mi blog.

    Un besito,

    Trini
    http://yoadoroviajar.blogspot.com

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