15 sept 2013

Interrail 2012: Día 5

♣DÍA 5: CESKY KRUMLOV - LINZ - SALZBURG♣
"Raindrops on roses and whiskers on kittens"

Hemos quedado con los tipos del rafting a las diez para que nos lleven a Linz en coche, así de suicidas somos. Nuestro plan para hoy es llegar a Salzburgo para la hora de la comida, y las conexiones de tren entre Cesky y Salzburgo son malísimas, hay que hacer tres o cuatro transbordos y hacen falta unas cinco horas para realizar el trayecto, suponiendo que todo va bien. De modo que decidimos pagar un poco más e ir en coche a Linz, donde cogeremos un tren directo a Salzburgo. El shuttle bus nos cuesta unos 15€ por cabeza, un gasto que mereció la pena, ya que nos ahorramos casi cuatro horas muertas en tren y subir la cuesta a la estación. 

El castillo de Cesky Krumlov, uno de los mejor conservados de Europa, aún nos queda pendiente por ver, así que salimos temprano del albergue tras dejar las mochilas listas para cuando volvamos a por ellas. Desayunamos dulces varios por el camino, sobras de lo que hemos ido comprando hasta el momento. Nuestras reservas de comida están nuevamente en estado crítico, parece que el embutido cutre es lo único que no se acaba nunca. El pueblo está desierto a esas horas de la mañana, casi esperamos ver la furgoneta del rafting con barcas encima y conduciendo a lo loco por las calles medievales, pero es demasiado temprano hasta para ellos.



Plaza principal
La torre del castillo desde abajo
De camino al castillo
Calle del centro
Tampoco el castillo ha abierto sus puertas, por lo que nos conformamos con ver los jardines y los edificios que lo rodean, la verdad es que es bastante grande para lo pequeño que es el pueblo. Terminamos de desayunar y ya vemos que varios turistas comienzan a acercarse al lugar mientras nosotras bajamos al albergue.

Patio del castillo
Después de la bronca que montamos con la ladrona praguense, irónicamente nos sobran coronas (no muchas, pero si podemos conseguir euros por ellas mejor que mejor), así que mientras unas esperan a los coches en el albergue, dos de nosotras corremos calle arriba en busca de algún alma caritativa que nos haga el cambio. El plan fracasa y volvemos al albergue con las coronas, decidimos sortear quien se las queda de recuerdo y ¡síííí! Me toca el billete de 100CZK. 

Un poco más tarde de lo previsto llegan los coches con los conductores temerarios del día anterior, cualquier cosa puede pasar a partir de ahora. Nos repartimos entre dos dos vehículos, tres personas en uno y dos en el otro. El coche en el que yo iba tuvo que hacer una parada para dejar a uno de los “guías” del rafting en un camping que hay por ahí perdido en el monte, y después seguimos el camino hacia Austria. A nuestro conductor no le conocemos del día anterior, pero conduce de manera parecida: come plátanos con la mano derecha mientras cambia de marcha con la izquierda (lo he dicho bien, sí).

Pronto perdemos de vista al otro coche, y no volvemos a saber de él hasta llegar a Linz. Por lo que cuentan las que iban en él, a la entrada de Linz casi se estrella siete veces por mirar el GPS, me alegro de no haberlo presenciado. Ya en la estación nos despedimos de nuestros amigos de Cesky y miramos los paneles en busca del tren a Salzburgo, esta vez sí emplearemos un día de viaje de nuestros super-billetes inter.

Paisajes de Austria desde el coche
Nos plantamos en el andén correspondiente a esperar al tren, el cual debe llegar en unos veinte minutos. Efectivamente, pronto vemos acercarse el tren y agarramos bien las mochilas y las bolsas para subir rápido y coger sitio para cinco. El tren viene abarrotado de gente y parece ser que nos va a tocar ir de pie en una esquina al lado de los servicios, pero por suerte acabamos encontrando butacas libres y nos apalancamos en ellas. El trayecto dura poco más de una hora, y para la una estamos ya en Salzburgo, una de las ciudades que más ilusión me hacía visitar. 

En la estación el primer lugar al que vamos es la oficina de turismo, con la esperanza de que nos den un mapa de la ciudad gratis. Nuestro albergue, Die Stadtalm está al otro lado del río, justo sobre el monte Mönchsberg. Por 19€ por persona ofrecen habitaciones con baño compartido y desayuno incluido, pero debo mencionar que a los 19€ hay que sumar 2€ cada vez que se suba en ascensor. El camino para bajar no está mal si no te importa caminar un cuarto de hora en cuesta, aunque la verdad es que para subir andando con mochila está complicado y las habitaciones no son nada del otro mundo. ¿Por qué escogimos este albergue en vez de ir al YoHo como la mayoría? Incluye desayuno, unas vistas espectaculares (ver fotos de los próximos días) y en total nos salía más barato. Personalmente volvería a ir y lo recomiendo, aunque para gustos los colores.

Pues nada, salimos de la estación y buscamos un bus que nos acerque al centro, lo único que sabemos que debemos bajar en una parada llamada Herbert Von Karajan Platz. Le preguntamos a un revisor que anda dando vueltas por allí y nos indica el bus que debemos tomar. Seguimos sus indicaciones, pagamos los billetes y entramos como podemos en el vehículo, molestando a todo quisqui con las enormes mochilas. 

Hay que decir que Salzburgo con lluvia pierde mucho, por lo que las vistas del bus no son lo que esperábamos. Afortunadamente, el tiempo nos acompañará en la mayor parte de nuestra visita a la ciudad natal de Mozart. El autobús nos deja a los pies de Mönchsberg, a las puertas del Mönchsberg Aufzug, el ascensor del museo de arte moderno que, según internet, lleva a nuestro albergue. Pagamos 2€ por cabeza en la taquilla y al llegar arriba, encontramos el albergue y nos dan la llave de nuestra habitación. En ella hay escrito un número 10, pero resulta que el pasillo solamente tiene nueve habitaciones. Volvemos adonde el camarero-recepcionista y nos indica cómo llegar a nuestros lujosos aposentos. Hay que subir una escalera de caracol estrechísima y abrir una puerta con una cerradura de vete-a-saber-cuándo. La habitación es minúscula y hay pelusa sospechosa por todas partes, además de calcetines por las esquinas, pero en fin, para dormir no hace falta mucho más. Tenemos un compañero de habitación, un argentino con el que después improvisaríamos una cena a base de pastas y patatas fritas.

Die Stadtalm
Dejamos el albergue y vamos andando al centro. El camino no está muy bien señalizado, pero tras un cuarto de hora llegamos al final del mismo, al Festspielhaus (para quien haya visto Sonrisas y lágrimas, el auditorio de la escena final). Guiándonos por el mapa gratuito de la estación cruzamos el río para llegar al palacio Mirabell, acordándonos todo el tiempo de la película ahora mencionada. Comemos cerca de la casa donde vivió Mozart, cerca de los jardines Mirabell, y después tratamos de encontrar un supermercado sin éxito. Pedimos ayuda a varias personas que pasan por allí, no obstante, todo el mundo nos dice lo mismo: el super más cercano está en la estación de trenes, a media hora andando. Tenemos un tour reservado para dentro de una hora, por lo que no podemos permitirnos el lujo de comer dignamente, habrá que esperar. Seguimos explorando la zona y sacando fotos a los edificios, los jardines y todo lo que se pone delante hasta que dan las cuatro de la tarde, hora en la cual debemos reunirnos con nuestros compañeros del tour en bici en la parte trasera del palacio Mirabell.

Getreidegasse
Fortaleza desde los jardines Mirabell
Mirabellgarten
Fortaleza y Mirabellgarten
Mirabellgarten
Palacio Mirabell
Palacio y jardines Mirabell
La compañía que ofrece dicho tour se llama Fräulein Maria's Bicycle Tour, y consiste en un recorrido de unas cuatro horas en bicicleta, ambientado en Sonrisas y lágrimas y que muestra (con explicaciones en inglés) los lugares más emblemáticos de Salzburgo (tanto si tienen que ver con la peli como si no). Se nos adjudican unas bicis monísimas moradas con cesta, de estas de paseo, y emocionadas perdidas empezamos el tour a las cuatro de la tarde. Cierto que es carillo (25€), pero fue una experiencia inolvidable, además de una manera genial y original de ver lo más importante de Salzburgo y sus alrededores.

Bicis divinas de la muerte xD
Vistas desde uno de los puentes
En primer lugar nos dirigimos al centro de la ciudad, a la zona de la catedral, donde pasamos por puentes, estatuas, edificios curiosos, iglesias, el cementerio, la catedral, la fuente de los caballos y un montón de cosas más, pondré fotos para no alargarme más.

Durante el tour
Festung Hohensalzburg y una calle decorada para el festival
Fuente de los caballos en Residenzplatz
Kapitelplatz
Petersfriedhof
Después subimos a la abadía de Nonnberg y volvemos a bajar para visitar los dos palacios que salen en la película y sirven de escenario para las escenas de la casa de los Von Trapp, Leopoldskron y Hellbrunn. Por el camino paramos a sacar fotos a los prados y los montes, aunque poco a poco el cielo se oscurece y sabemos que la lluvia es inminente.

Dom (catedral) desde la colina
Abadía Nonnberg
Durante el tour
Schloss Leopoldskron y Festung Hohensalzburg
Casa de los Von Trapp en la peli
Gazebo "you are sixteen going on seventeen"

En la última parte del tour da comienzo el primer diluvio universal del viaje. La lluvia nos obliga a volver rápidamente a la ciudad, el panorama es de risa, con la que está cayendo nosotras en bici con un chubasquero de verano.

Fortaleza y nubarrón desde la bici

Foto mala de Salzburgo de noche
Al volver a la civilización no lo dudamos un instante y corremos al albergue a cambiarnos. Sigue siendo un misterio cómo nadie enfermó al día siguiente. Una vez ya en el albergue acaparamos el baño para ducharnos y secar nuestra ropa con el secador, menos mal que no hay demasiada gente en el albergue a la que podamos molestar con nuestra ropa esparcida por el baño. Subimos a la habitación por la escalera infernal que nos sirve de perchero para los chubasqueros e improvisamos una especie de cena de sobras con nuestro compi de habitación. Sacamos galletas rotas, patatas, frutos secos, pastas y golosinas de las despensas (las mochilas) y charlamos sobre la situación de nuestros respectivos países y sobre viajes antes de irnos a dormir.


Gastos por persona: 64'9€
Shuttle bus Cesky Krumlov-Linz: 15€
Billete bus Salzburgo: 1'9€
Ascensor Mönchsberg: 4€
Tour Sonrisas y lágrimas: 25€
Albergue: 19€


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