11 feb 2015

GUÍA DE SUPERVIVENCIA: Pasar un domingo en Alemania y no morir por el camino

Hallo! Hoy os traigo un post sobre Alemania y cómo sobrevivir a una de sus particularidades: los domingos alemanes, distintos a la mayoría de los domingos. 

Lo de "no morir en el camino" del título es literal, va muy pero que muy en serio, llegas a morirte un domingo aquí y ya te puedes esperar sentado (o tumbado o en la posición en la que te hayas muerto) a que vengan a recoger tu cadáver. Asuntos macabros aparte:



Recuerdo mi primera experiencia con un domingo alemán. Corría el año 1967... qué va, 2013 cuando llevaba poco más de un mes en este país y decidí hacer una excursión a
Augsburg.  Pues bien, servidora se baja del tren (sí, trenes si suele haber, punto para los alemanes) y se encuentra con una ciudad desierta. Cuando digo desierta quiero decir desierta de verdad, las únicas personas a la vista eran las que salían de la estación de tren, e incluso éstas desaparecían en seguida por las esquinas y las transportaban a un universo paralelo. Y esto en Augsburg, ciudad de 266.647 habitantes (según Wikipedia, me habéis pillado, llego a contar yo las personas que había aquel día en la ciudad y no llegan a cien).

Para el turismeo no me vino taaan mal que estuviese todo cerrado porque los museos suelen abrir, pero era bastante desolador ver una ciudad tan grande tan vacía y silenciosa. Había un par de cafeterías abiertas en las plazas, pero por lo demás nada que ver con la actividad que tiene que haber ahí entre semana.

El centro de Augsburg un domingo alemán por la tarde


Sin embargo, qué inocente fui al quejarme por lo de Augsburg. Unos meses más tarde, cuando pensaba que ya me había acostumbrado a los domingos alemanes, el destino me preparó una nueva sorpresa. En cotubre de 2013 me mudé a un pueblecillo alemán (que inexplicablemente tiene una universidad, fuck logic) por donde los domingos directamente pasan bolas del desierto.

Schmalkalden, domingo alemán, hora punta

Vale, no es cierto que haya bolas de esas, pero creo que se debe al hecho de que no estamos en el desierto sino en medio del bosque, que si no os aseguro que pasan. Si no me creéis os convenceré con una frase: LOS SEMÁFOROS DEJAN DE FUNCIONAR. Sí señores, imaginad la frenética actividad de la bulliciosa ciudad en el sagrado Ruhetag de los alemanes. Los sábados toca hacer inventario en la nevera porque si resulta que el domingo no te queda comida hay dos opciones de supervivencia: 

1. Conoces algún alma caritativa que te dé comida.
2. Te mueres.

Pues resulta que había solo una opción de supervivencia.



Para acabar el post con algo más optimista que la muerte por aburrimiento (o sobredosis de estudio causada por el aburrimiento) os hablaré de una alternativa para los domingos alemanes. Bueno, es una opción si vives en una gran ciudad, si vives en un pueblo que Dios se apiade de tu alma.

Se trata de la oferta en varios museos alemanes (al menos sé que en Baviera es así), según la cual te cobran solo 1€ la entrada. Los palacios rococó de Augsburg y las pinacotecas de Munich son ejemplos de esta oferta, y seguro que hay muchos más, consulta las páginas web de los museos que te interesen. Así que bueno, al fin y al cabo supongo que los domingos alemanes no son del todo malos si vives en la ciudad. En los pueblos sí, son malos con ganas.


¡Cuéntanos tus historias respectivas a los domingos alemanes, seguro que han dado para anécdotas!


14 comentarios:

  1. Tu entrada me ha hecho venir a la mente lo que me pasó estas vacaciones, pero no fue en Alemania, sino en Austria. Intentar llegar a (y volver de) Mauthausen fue toda una aventura!

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    1. Sí, supongo que en Austria la cosa será parecida, igual de desesperante! Es increíble cómo todo muere.

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  2. Jajajajaja ¡Madre mía! ¡Y yo que pienso en irme a Alemania este verano a hacer un curso de alemán! Menos mal que he leído tu entrada... Eso sí, que hayan trenes y se pueda aprovechar el día festivo para ver otras ciudades, aunque desiertas, es un punto a favor ;)

    Un abrazo :)

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    1. Sí, al menos quedas avisada, intenta planear lo menos posible los domingos. A mí me ha pasado eso de quedar para ver X tienda / ir a X restaurante y que estuviese cerrado jajaja muy triste. Pero lo cierto es que el hecho de que el transporte funcione es un gran alivio, verás que excursiones más chulas te harás :).

      ¿Adónde vas en Alemania, por cierto?

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  3. No podría estar más de acuerdo. Yo los domingos optaba por la opción: película/libro en casa. Salir a la calle directamente me deprimía, porque no había ni un alma. Tengo la firme teoría de que los alemanes se desintegran en el aire cuando llega el último día de la semana. Eso, o el resacón del sábado hace que se queden sepultados bajo el edredón.

    ¡Un beso!

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    1. Sin duda un día de vagueo es la mejor opción para los domingos. Yo al principio intentaba hacer cosas, pero viendo el ambiente que había al final el domingo acabó convirtiéndose en "día oficial para no hacer absolutamente nada de provecho". Habrá que investigar sobre este fenómeno, lo mismo los domingos hay eventos ultrasecretos solo para alemanes y nos los estamos perdiendo jajaja.

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  4. Yo soy de la ciudad de México, aquí somos 20 millones y los domingos todas las tiendas, restaurantes, bares y museos están abiertos y llenos. Es más, los mexicanos decimos salir a dominguear... salir a la ciudad nadamás por salir. Ante este panorama te imaginarás que cuando yo vi todo cerrado en Colonia me quería dar un infarto, aprobechaba para ponerme al corriente de chismes con las amigas en una cafetería que nos apoderamos ya que todas eramos au pairs y no queríamos quedarnos encerradas con las familias, luego ibamos al Rhein a sentarnos y ver pasar gente. Por ahí de las 7 la aburrición continuaba... que tedio.

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    1. No me imagino el contraste que tuvo que ser para ti lo de los domingos alemanes. Yo vengo de una ciudad de unos 70.000 habitantes y ya me desesperaba, a ti siendo de la ciudad de México tuvo que resultarte una tortura. Menos mal que hay cafeterías caritativas que abren para que no mueras del asco jajaja.

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  5. ¡¡Basta ya!! No sé por qué me siguen sin salir tus actualizaciones :(((( te he agregado ya dos veces y nada, mi blog te odia :( y me he perdido mucchas con lo que a mí me gustan!! Aunque me he leído ahora por encima tus entradas pasadas y jo :_ qué guay todo!!!

    Y qué fuerte me parece lo de los domingos, la verdad jajajajajajajjajajajajaja, me río mucho pero es que es verdad me ha hecho mucha gracia x'D

    PD: voy a volver a seguirte por tercera vez a ver si me blog ya pilla la orden!

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    1. Blogger conspira contra mí, llevo meses sospechándolo. Puede que sea porque he cambiado la dirección del blog 59837837497 veces y ya blogger no me identifica jaja. Me alegro de que estés de vuelta por esos lares, he echado de menos tus aventuras Hufflepuffianas ;).

      Jajajaja sí, yo cuando no sufro los domingos también me río de ellos, son de chiste. Cuando estoy a punto de desintegrarme del asco la perspectiva cambia jaja.

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  6. Jajajajajaja eres muy graciosa! En mayo tengo pensado hacer mi visita a Alemania y espero que esto no me pase un domingo porque me muero literalmente como dices xD
    Besos guapa!

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    1. Si vas de viaje a Alemania no se nota tanto, puede que notes que la actividad desaparece misteriosamente, pero los museos y las atracciones abren así que al menos no morirás... seguramente jajaj.

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  7. Me hiciste reír mucho con tu entrada, en serio... por dios, yo soy de Córdoba, Argentina y la verdad que el domingo hay menos actividad, pero no para que dejen de funcionar los semáforos, que aburrimiento. Aunque seguro tiene un lado positivos... espero!

    Por cierto, que hermosa que es Alemania!

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    1. Sí, sí, en mi primer domingo aquí ya perdí la esperanza cuando vi que los semáforos estaban apagados jajaja. Alemania es preciosa, la calidad de vida buenísima y ofrece mucho que hacer... salvo los domingos. Es uno de los pocos fallos que le veo a vivir aquí la verdad.

      :D

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